Medios, encuestas y elecciones
Este jueves -como todas las semanas- publiqué mi columna en el Diario Correo pero esta vez desató la furia del editor de Perú 21. A diferencia suya, yo no creo en las encuestas ni en las encuestadoras que él defiende. Mis reflexiones y opiniones están basadas en un razonamiento lógico sobre cuáles son los mecanismos que se han empleado y se siguen utilizando para influir en una elección presidencial.
Con respecto al tratamiento periodístico a los candidatos presidenciales en la multimedia conviene recordar lo escrito por el actual director de Perú 21 hace no mucho (http://peru21.pe/opinion/juan-jose-garrido-medios-y-elecciones-2230554).
El afirmó que en las elecciones pasadas el propio Perú 21 se convirtió en “actor político con posición no manifiesta expresamente y que fue parcializado al informar”. Dijo también que Perú 21 y El Comercio no lograron distanciarse de la campaña por su candidato e hicieron uso sistemático de la propaganda; se enfocaron, sobre todo, en las campañas negativas; afectaron el derecho a informar, ya que buscaron “orientar el voto”; faltó autorregulación e independencia periodística, entre otras cosas.
El director de Perú 21 hizo suyo un informe de Santiago Pedraglio en el que se afirma que en el Perú los medios toman posiciones políticas, no las comunican y, peor aún, asumen que dicha posición significa apoyar con todas las armas posibles a su candidato: levantan los errores de sus competidores, eliminan cualquier noticia negativa del candidato favorecido, y así. Los medios (específicamente Perú 21 y El Comercio -dijo- “orientaban el voto en lugar de informar”.
A menos de seis meses de las elecciones generales, dijo también que veía ese mal comportamiento en distintos medios: atacan con vehemencia a ciertos candidatos, levantan y ensalzan a los de su preferencia, minimizan los errores de estos últimos, son beligerantes con las coaliciones, y así. Concluye que ese comportamiento puede tener dos lecturas: la primera es que los directivos y editores de los medios no aprendieron nada de los errores del 2011 o simplemente no había nada que aprender, nada que cambiar o subsanar (léase, seguiremos haciendo lo que siempre hemos hecho).
A la luz de lo que yo leo en esos diarios y por el tratamiento y cobertura o promoción que le dan a unos políticos frente a otros, mi opinión es que la situación descrita por Santiago Pedraglio y reafirmada por Juan José Garrido no ha mejorado.
Una herramienta muy útil para evaluar el tipo de cobertura y el tratamiento que le da la multimedia a cada político es la que ofrece IP Noticias. Gracias a ella se puede determinar de forma objetiva si ha existido y existe equidad informativa e independencia periodística o si los medios han afectado y afectan el derecho a informar.
A continuación, comparto con ustedes el texto de mi columna de Correo:
Winston Churchill afirmaba solamente fiarse de las estadísticas que él mismo había manipulado. En el Perú, es grosera la manera en la que encuestadoras y medios de comunicación crean y difunden información destinada a manipular a la opinión pública con el propósito de que el gobierno sea el que a ciertas corporaciones les conviene. Como grandes titiriteros, ponen en escena la obra que más les conviene, creando y levantando a sus representantes y desapareciendo a los políticos que podrían afectar sus intereses. No olvidemos lo que hacían Datum y CPI en la época de Fujimori y Montesinos.
La oportuna inflada a 10 y luego a 20 puntos del candidato de Todos por el Perú, sumada a su estrategia de relaciones públicas llevada a cabo con varios de los dueños y editores de medios de comunicación y el tratamiento preferencial -tipo publirreportaje- obtenido por Guzmán en la multimedia, revela que hay muchos intereses en juego.
En forma similar a la de regímenes autoritarios, esta vez nos encontramos con un sistema en el que los grupos dominantes determinan quiénes existen y quiénes no. Basta con revisar el estudio de IP Noticias sobre la cobertura y tratamiento informativo para poner en evidencia el verdadero juego de los medios y sus encuestadoras.
Sin pluralidad, balance y equilibrio informativo en la multimedia, el proceso electoral corre el riesgo de viciarse al no poder llevarse a cabo una verdadera competencia. En este escenario, una moderna regulación que asegure la equidad y la posibilidad de todos los políticos de llegar a la gente a través de los medios masivos de comunicación es cada vez más urgente.